sábado, 29 de octubre de 2005

¿Qué es filosofía?


Esta es una pregunta de difícil respuesta pues ella misma es tarea de la filosofía. Es decir, la filosofía se ocupa enre otras cosas de saber qué es ella misma, por decirlo de alguna manera. Se dedica a definir su objeto de estudio. Así si la respuesta a la pregunta "¿Qué es biología?" es "la ciencia que estudia la vida" y ésa no es una respuesta que entre dentro del campo de estudio de esta ciencia, la pregunta "¿Qué es filosofía?" exige una respuesta filosófica, pues es precisamente su tarea definirse. Y hay tantas respuestas a esta pregunta, tantas definiciones...casi como autores filosóficos han existido. Cada uno con su propia interpretación de su tarea filosófica. Y con cada una de estas respuestas se abre una cosmovisión diferente de la realidad, una manera diferente de enfocar la vida. Así para Sócrates el objeto de la filosofía era saber cómo vivir, para Platón era conseguir la justicia en la Polis, para Aristóteles encontrar las causas primeras de la Naturaleza y la felicidad de los ciudadanos, para los estoicos una preparación para aceptar el propio destino, para los epicúreos la forma de encontrar la felicidad a través del placer, para Santo Tomás de Aquino el saber racional que complementa a la teología, para Descartes la primera certeza de la que somos conscientes, para Husserl una ciencia estricta, para Heidegger la búsqueda del ser...En fin, hay opiniones para todos los gustos.
Si yo diera una nueva respuesta a esta pregunta, una diferente a todas las que ya se han dado, me convertiría en un filósofo. Porque para mí los filósofos son los que participan en la respuesta a esta pregunta, no los licenciados en Filosofía o los que se dedican a su estudio en general. Por eso no se me ovidará la frase que dijo una vez (y lo cito) Antonio Heredia, mi antiguo profesor de Historia de la Filosofía Española "¿Filósofos? La historia sólo nos da uno cada 3 siglos". Igual es una sentencia un poco exagerada, pero en cierto modo acertada, pues ser filósofo es hacer algo nuevo en filosofía, por pequeño que sea. Pero algo original. Y eso, aunque parezca fácil a primera vista, no lo es tanto cuando se intenta sobre el papel, pues son muchos los que ya filosofaron antes que nosotros y muchos de ellos fueron grandes mentes. Por eso muchas veces la tarea filosófica se ha resuelto en mostrarse de acuerdo o en contra de tal autor o corriente, en mezclar teorías de diferentes autores para hacer una propia...Y es que hasta los verdaderos filósofos no han partido de cero, haya sido grande o pequeña su aportación a nuestro mundo. Pero aun dialogando con los autores, es decir, estando con ellos o contra ellos estamos haciendo algo muy sano para nuestra mente y también muy humano: Pensar. La filosofía no es más que pensar, algo que hacemos constantemente los humanos (unos más que otros) aunque no nos demos cuenta. Cuando soñamos estamos pensando, cuando dudamos sobre cómo comportarnos con nuestros amigos o pareja estamos pensando, cuando intuimos que no habrá nada después de nuestra muerte estamos pensando. Por eso afirmaba Kant que todos los hombres hacemos filosofía, pero sólo algunos, los llamados filósofos, son los profesionales de la filosofía, pues se dedican a pensar largamente sobre todas estas cuestiones y a escribir libros exhaustivos con un lenguaje muy preciso dándoles respuesta.
Yo no me considero un filósofo, pero aun así voy a dar mi modesta respuesta a la pregunta "¿Qué es filosofía?" continuando con lo que llevo escrito hasta ahora. Para mí la filosofía no es más que esa búsqueda sin fin de respuesta, de sentido para todos los misterios que nos rodean, como cuando siendo niños nos preguntábamos por el por qué de todas las cosas. Esos misterios para los que la ciencia no ha encontrado aún una explicación satisfactoria y no está capacitada para encontrala. Misterios como los que encierran por ejemplo las preguntas ¿Por qué existe el universo? ¿Existe una realidad objetiva o materia? o ¿somos realmente libres? Todas ellas son grandes cuestiones filosóficas sobre las que se ha escrito mucho. Pero también estamos filosofando cuando nos preguntamos por ejemplo si debemos seguir las leyes o si podemos en cambio infringir alguna porque nos parece injusta o absurda. Cuando nos preguntamos por ejemplo cómo saber que estamos haciendo el bien a los demás y en qué consiste el bien. Cuando dudamos si el dinero da realmente la felicidad. Cuando nos preguntamos si un determinado objeto es arte...Todas ellas son cuestiones filosóficas sobre las que han escrito los diferentes autores de la historia de la filosofía. Y la filosofía es para mí esa búsqueda de respuesta a todas ellas, esa reflexión sin fin, pues uno puede contentarse o convencerse de la opinión de un autor determinado, pero...¿es ésa realmente la solución más acertada? Y si no, ¿cuál es entonces? Pertenece a los grandes autores la modificación y creación de nuevas respuestas a estas preguntas. Incluso la creación de nuevas preguntas. A los demás mortales nos queda simplemente aceptarlas o rechazarlas.
Digo que la filosofía es una búsqueda sin fin porque para ella no hay dogmas. Es totalmente libre. A diferencia de la teología, para la que existen dogmas indubitables como el de la Santísima Trinidad, en filosofía todo es cuestionable. Nadie tiene derecho a proclamarse en dueño y señor de la verdad aunque así lo crea, pues siempre habrá otra persona que lo pondrá en duda y aportará para ello sólidas razones. Porque la filosofía es un saber racional y la característica más importante de la racionalidad es precisamente no considerar nada como incuestionable. Se puede dudar sobre todo, contradedecirlo todo, siempre y cuando se aporten las razones oportunas. La historia de la filosofía es una gran logomaquia, una lucha de movimientos, tesis, autores...que pugnan por imponerse unos sobre otros en un diálogo racional. Pero es también una historia de colaboraciones, de préstamos de ideas, incluso de plagio de ideas. ¿Y quien tiene razón? Pues todos y ninguno. Todos tienen sus razones para defender sus ideas, pero la filosofía es una mujer demasiado exigente y nunca se decantará por ninguno de sus pretendientes. Le encanta ver la lucha, el cambio en pos de la verdad como un ideal.
Qué es la verdad, en qué consiste es también una cuestión filosófica de imposible solución, como todo en ella. Es posible que ya la hayamos tenido en nuestras manos. Es posible que ya la hayamos despreciado o que esté aún por venir. Incluso es posible que no exista en realidad y que sólo sea una invención de nuestras mentes. La filosofía es eso, el afán, el deseo de descubrirla. Su propio nombre lo indica. Pero nunca nos será dada. Porque sabe que si así fuera ella misma desaparecería y sería sólo "sofía". Entonces ya lo sabríamos todo y el mundo peredería su misterio. Por eso la filosofía guarda la verdad con mucho celo. Para que no la conozcamos. Para que el mundo no pierda su encanto y para que en nuestras dudas, nuestras devanaciones y nuestros anhelos mientras pensamos sigamos con ella para siempre soñando.
Mario Llamazares Torrao.

1 comentario:

Álvaro Gundín dijo...

Me ha gustado mucho, sí señor. Muy completo y además claro y sencillo para los que no estamos en la materia.

Sigue escribiendo,

Saludos.